La descarbonización, la minería y el cambio hacia una "economía del cobre".
Difícilmente pasa un día sin titulares sobre el cambio climático y la creciente electrificación de nuestra economía. India ha establecido un plan para que la energía limpia represente el 40% de las necesidades energéticas para 2030; China está adoptando vehículos eléctricos tres veces más rápido que Estados Unidos; y Columbia Británica se ha fijado el objetivo de eliminar gradualmente los automóviles a gas para el año 2040. Si bien algunas propuestas para reducir las emisiones podrían describirse como una aspiración, es evidente que la tendencia mundial es hacia una economía con menos emisiones de carbono.
El paso de una economía con alto contenido de carbono a una economía con bajo contenido de carbono es, en realidad, un cambio hacia una "economía del cobre" debido al importante papel que este metal desempeña en las tecnologías limpias. Con nuestro enfoque en el crecimiento de nuestra producción de cobre, Teck se encuentra en una posición única para capitalizar la tendencia hacia la descarbonización mientras demuestra liderazgo en la lucha global contra el cambio climático.
¿Por qué el cobre?
El Acuerdo de París estableció el objetivo a largo plazo de limitar el aumento de las temperaturas medias mundiales a menos de 2 °C por encima de los niveles preindustriales. El mundo necesitará más cobre para lograr reducciones significativas en las emisiones de GEI, lo que es clave para limitar el aumento de la temperatura global. Según una investigación reciente de Bernstein, por cada tonelada de cobre extraída e integrada en la economía mundial, las emisiones de dióxido de carbono se reducen en un promedio de 500 toneladas al año. Además de la demanda normal de cobre, la investigación de Bernstein estima que la producción de cobre necesitará aumentar entre un 3% y un 6% adicional por año para proporcionar el cobre necesario para cumplir con las metas delineadas en el Acuerdo de París. Es decir, entre 11 y 70 megatoneladas de producción incremental de cobre hacia el año 2030. El límite inferior se basa en un escenario en el que los altos precios incentivan las innovaciones que utilizan menos cobre, y el límite superior refleja un escenario de rápido crecimiento del mercado de vehículos eléctricos. Para poner esto en perspectiva, incluso bajo el escenario conservador de 11 millones de toneladas, el mundo necesitaría construir el equivalente a unas tres Quebradas Blanca Fase 2 cada año por los próximos 11 años.
¿Pero por qué el cobre? El cobre tiene propiedades materiales únicas que lo hacen crítico para las tecnologías verdes, y esencial para los esfuerzos globales de descarbonización:
- Conductividad: El cobre tiene la más alta conductividad de cualquier metal industrial, perfecto para la generación y transmisión eléctrica, así como para aplicaciones de intercambio de calor.
- Flexibilidad: El cobre puede ser moldeado, estirado y calentado sin que se rompa. Esto lo hace ideal para convertirlo en un intrincado cableado para automóviles, teléfonos inteligentes y mucho más.
- Reciclabilidad: El cobre se puede reciclar una y otra vez sin pérdida de rendimiento
Como resultado, los sistemas de energías renovables pueden requerir hasta 10 veces más cobre en comparación con los sistemas de energías tradicionales. Un vehículo eléctrico de emisiones cero necesita hasta cuatro veces más cobre que un vehículo de combustión interna. Se necesitará más cobre para aumentar la eficiencia de los componentes eléctricos existentes, en particular motores eléctricos y componentes utilizados para transmitir electricidad.
Incremento en los precios del cobre
La descarbonización de la economía mundial tendrá un impacto material en la economía de la minería del cobre. El precio del cobre tendrá que subir a un nivel que traerá nuevas e importantes inversiones en la producción de cobre. Bernstein estima que los precios del cobre tendrán que estar entre 8.300 dólares por tonelada y 11.100 dólares por tonelada, en comparación con un promedio de 6.112 dólares por tonelada en el segundo trimestre de 2019, para lograr la inversión en la nueva oferta necesaria para cumplir con los objetivos de París. Si bien el grado de cumplimiento de las metas que se logrará es incierto, claramente, estos escenarios presentan una fuerte alza para el cobre y las empresas expuestas al cobre, ya que incluso el cumplimiento parcial de los objetivos del Acuerdo de París requeriría un aumento sustancial de los precios.
¿Dónde encaja Teck?
Con el desarrollo de QB2, Teck está en condiciones de desempeñar un papel de liderazgo en la transición mundial hacia una economía verde, a la vez que capitaliza la tendencia hacia la descarbonización. Con una capacidad de producción equivalente de cobre de 316.000 toneladas por año durante sus primeros cinco años, QB2 será inicialmente una mina de cobre top 20, con el potencial de llegar a estar entre las cinco mejores. QB2 transformará a Teck en un importante protagonista del mercado del cobre, haciendo que la compañía esté bien posicionada para beneficiarse de las mejoras en el precio que podemos esperar de la descarbonización al mismo tiempo que proporciona el cobre necesario para reducir las emisiones globales.