Bulldozers remotos en acción en operación Coal Mountain
Corey Fowler nunca fue fanático de los juegos de video, pero, cuando el operario de pala mecánica de Coal Mountain tuvo la oportunidad de operar el primer bulldozer controlado en forma remota de su clase en Teck, fue una oportunidad que no dejaría pasar.
“Cuando comenzamos a hablar sobre la posibilidad de usar un bulldozer remoto, nunca había escuchado hablar de algo así”, comentó Corey. “Yo dije: ‘No soy fanático de los juegos de video, pero lo intentaré al menos una vez’”.
El desafío
La idea de un bulldozer remoto en Coal Mountain se planteó inicialmente como una posible solución para un peligro geotécnico en uno de los rajos.
Se había construido un contrafuerte para evitar un colapso mayor en un deslizamiento de cuña de uno de los muros, pero el problema era que las cuadrillas ya no podían acceder en forma segura al carbón debajo.
“Pusimos un contrafuerte en el pie del deslizamiento de cuña, pero eso eliminó toda forma en la que pudiéramos extraer el carbón”, explica Ben David, Ingeniero Sénior de Extracción, Coal Mountain. “Y eliminar el contrafuerte para acceder al carbón generaría una situación en la que no íbamos a poner un operario”.
Por ello, el equipo de ingeniería de Coal Mountain se puso a investigar formas en las que podrían enviar un bulldozer al rajo sin poner en peligro a nadie. Trabajando estrechamente con equipos de Finning y Caterpillar, en febrero de 2017 habían recibido todas las piezas para hacer realidad el bulldozer remoto. Trabajando en coordinación con el Ministerio de Energía y Minas, Coal Mountain pudo entonces obtener los permisos y las aprobaciones necesarios y en el lapso de unas semanas estuvo listo para poner a prueba la tecnología.
Cómo funciona
Las cuadrillas optaron por usar una cabina de pala mecánica más antigua para instalar la estación del operario porque era suficientemente grande para albergar los monitores requeridos, suficientemente alta para tener una vista clara del bulldozer y sería segura y cómoda para el operario.
El bulldozer mismo tiene cuatro cámaras instaladas. En la cabina de la pala mecánica, el operario tiene una pantalla de 42 pulgadas con cuadrantes que muestran vistas de las cuatro cámaras (ambas esquinas delanteras, sobre la pala y una vista posterior). Una segunda pantalla de 42 pulgadas tiene acceso a dos cámaras aéreas del rajo, instaladas en la parte superior de los muros del rajo. Una pantalla más pequeña de computador portátil muestra el software de Carlson Grade para el bulldozer remoto, el cual muestra información de posición de corte/relleno y entrega retroalimentación en tiempo real al operario para ayudar a lograr la inclinación adecuada.
Finalmente, está el propio control remoto, que descansa sobre el regazo del operario y posee palancas de mando más pequeñas para mover el bulldozer. Sensores integrados apagan el bulldozer si este alcanza una inclinación excesiva, permitiendo al operario retroceder y evitar que el equipo quede en una posición precaria.
“La primera vez que lo utilicé estaba un poco nervioso”, reconoce Corey. “Cuando uno maneja un bulldozer, todo funciona por sensación y esto no lo es. Es todo a través de la vista y ahora solo se cuenta con pequeñas palancas de mando en comparación con un bulldozer donde las palancas de mando son mucho más grandes”.
Beneficios de una producción segura
Cuando llegó el verano, las cuadrillas habían capacitado a dos operarios y puesto en acción el bulldozer remoto.
“Esta es la primera vez en C. B. que el bulldozer remoto ha sido utilizado en un entorno de producción y estamos haciendo algo que un año atrás no pensábamos que fuera posible”, señala Ben. “Ahora podemos obtener carbón de áreas a las que nunca habríamos podido acceder antes y tener una producción segura”.
Ben señala que el éxito del bulldozer remoto tiene el potencial de revolucionar la forma en que la industria aborda la extracción desde el fondo del rajo. En cuanto al operario Corey, a él le entusiasma trabajar para una compañía que adopta la tecnología y que pone a prueba sus habilidades como operario.
“Teck está mirando hacia el futuro y atenta a la tecnología que está disponible. En mi opinión, si podemos hacer que esto funcione, podemos hacer que cualquier cosa lo haga”, comenta, reconociendo que él nunca pensó que usaría una tecnología tan innovadora. “Y creo que ahora pueden llamarme un fanático de los juegos de video”.